El presidente chileno, Gabriel Boric, ha expresado su descontento mediante una nota de protesta dirigida a Venezuela tras las acusaciones del fiscal general venezolano, Tarek William Saab.
Saab había implicado a los servicios de inteligencia de Chile en el asesinato de Ronald Ojeda, un exmilitar crítico del gobierno venezolano, ocurrido en Santiago.
“Como nación respetable con instituciones sólidas y autonomía de poderes, Chile ha iniciado una investigación meticulosa y rigurosa”, declaró Boric a la prensa.
Ojeda, quien se había distanciado del régimen de Nicolás Maduro y había obtenido asilo político en Chile, fue raptado el 21 de febrero en Santiago. Sus restos fueron descubiertos posteriormente, enterrados bajo concreto en una zona aledaña a la capital.
El miércoles, Saab propuso una “nueva hipótesis investigativa” en el caso del homicidio de Ojeda en Chile, sugiriendo que se trató de un montaje con la posible colaboración de agentes de seguridad chilenos.
Ojeda, de 32 años y exoficial del ejército venezolano, fue secuestrado por individuos que se hicieron pasar por policías chilenos y lo extrajeron de su vivienda en la madrugada. Su cuerpo fue encontrado nueve días después, oculto en una maleta y sepultado en un suburbio de Santiago.
“Estamos ante un engaño, una operación de falsa bandera diseñada para empañar las relaciones Chile-Venezuela en un momento clave de acercamiento bilateral”, afirmó Saab.
El fiscal venezolano también cuestionó la narrativa de la fiscalía chilena, que describe el crimen como obra de una organización criminal de gran envergadura.
“Podría plantearse que servicios de inteligencia internacionales, con la complicidad de funcionarios chilenos, estén detrás de este crimen”, especuló Saab.
Acusado de alinearse con el gobierno chavista, Saab indicó que Venezuela había enviado representantes a Santiago para colaborar con la investigación, pero estos no fueron recibidos por el fiscal general de Chile ni por los investigadores del caso.
Con información de Al Navío