La noche de este miércoles, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Psuv, denunció a Mario Villarroel, presidente de la Cruz Roja de Venezuela, que «tiene 40 años en el cargo, quiere dejar a su hijo en el cargo».
Durante su programa televisivo Con el Mazo Dando, mencionó: «Hay un señor que ustedes no conocen, pero yo lo voy a mencionar que tiene más de 40 años en el mismo cargo, no hay forma ni manera de que haya elecciones, es en la Cruz Roja, Mario Villarroel, han escuchado hablar de él, búsquelo tiene más de 40 años en el cargo, sin elecciones, sin ningún tipo de renovación dentro de la Cruz Roja»
«Manipulando a mucha gente en el mundo y es el presidente y nos llama dictadores y además conspira contra la revolución bolivariana desde allí. Ha llegado en ese cargo a controlar a magistrados, pero los dictadores somos nosotros. Cuarenta años y quiere dejar a su hijo, porque la cosa es hereditaria ahora y el hijo está acusado de violencia de género. No hay espacio en la Cruz Roja para nada, pero los dictadores somos nosotros, aquí hay elecciones, ¿cuántas elecciones van?, 29 elecciones con 27 victorias», agregó.
Diosdado recalcó que «43 años sin cambio de junta directiva, no hay estatutos, los estatutos los pone él, no hay mecanismos de integridad para proteger los abusos de poder. Ustedes saben que la Cruz Roja se alimenta mucho de voluntariados. La junta directiva ni siguiera vive en el país y usan la Cruz Roja para acumular poder para asuntos personales».
Asimismo, denunció que «acusan de violencia de género y discriminación Miguel Ángel Villarroel, ese es el que quieren dejar. En esa junta directiva debe un representante de relaciones interiores, de defensa, uno de salud, deben estar presente. Pregunten si él ha permitido alguna vez, pero él se presenta como Cruz Roja Internacional. Seguiremos informando sobre ese tema».
«Esas son las personas que nos llaman dictadores en el mundo y se esconden detrás de ese ropaje», finalizó.
Durante la reunión estatutaria del Comité Regional Interamericano (CORI) de la Cruz Roja Internacional, celebrada en Nassau, Bahamas, el vicepresidente de la Federación, Miguel Villaroel Sierraalta, con “prepotencia, humillando y abusando de su autoridad” corrió de la sesión a Fátima de León Acosta, Coordinadora Nacional de Juventud de la Cruz Roja Mexicana, y a los representantes de nuestro país.
A través de un comunicado que llegó a la redacción, se indica que, “ante la presencia de varias personas, el venezolano Villaroel Sierraalta, reclamó a la representante mexicana y a otras personas ahí presentes, su presencia en el acceso principal del salón, donde sesionaba el órgano de gobierno, cuando habían sido invitados por el presidente de Argentina Diego Tipping”.
Por ello, el presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, expuso ante los asistentes los hechos y se decidió que la delegación mexicana se retiraría de los trabajos.
Queja ante la Cruz Roja Internacional
Ante esta situación, la Cruz Roja Mexicana ya hizo una queja formal ante el Comité de la Cruz Roja Internacional.
En el documento, Carlos Freaner Figueroa, presidente de la Cruz Roja Mexicana, destaca que en nuestro país “esta clase de actos es un delito, por lo que ya se pide una sanción a los actos de abuso, violencia de género, agravio y discriminación que violentaron a la representante de la delegación mexicana”.
El presidente de la Cruz Roja Mexicana considera que, “además de haber invadido su espacio con el acercamiento y de haberla tocado a los hombros como signo de sometimiento, por la diferencia de estatura y cargo”, lo hace ver como un “abuso de autoridad o de poder”.
En su queja Carlos Freaner, con “fundamentos legales internos del organismo, de la ley mexicana que protege a las mujeres y de la normatividad de esta noble institución, solicita a la junta de Gobierno de la Federación Internacional, que ante la queja de la ofendida y de la delegación de nuestro país, se tomen las medidas preventivas y correctivas a los actos de Miguel Villaroel Sierraalta”.
Tras ello, la Cruz Roja dio a conocer que la queja de dicha situación fue ante la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés).
(LB/Agencias)
