El pasado viernes 17 de mayo, se anunciaron oficialmente por parte del Vaticano lineamientos actualizados destinados al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Estas directrices tienen como propósito discernir la procedencia divina de eventos sobrenaturales. El mencionado dicasterio, encargado de difundir la fe católica globalmente, opera desde la ciudad de Roma.
El Papa Francisco firmó el documento el 4 de mayo de 2024, y su implementación está prevista para el domingo 19 de mayo, coincidiendo con la celebración de Pentecostés. Es importante señalar que las normativas que se han estado aplicando hasta la fecha fueron instauradas en 1978, bajo el papado de Pablo VI.
De acuerdo con Vatican News, la Iglesia, como norma general, ya no asumirá la responsabilidad de declarar oficialmente la naturaleza sobrenatural de los fenómenos, ya que este es un proceso que puede demandar un análisis extenso. En adelante, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe intervendrá en la valoración de posibles milagros y podrá actuar de manera autónoma en cualquier fase del procedimiento, aunque siempre respetando las decisiones de los obispos diocesanos.
Bajo el nuevo esquema, si hay motivos suficientes, el obispo local nombrará una comisión integrada por un teólogo, un canonista y un especialista acorde a la índole del fenómeno en cuestión.
La Iglesia aplicará criterios que aseguren que cualquier declaración episcopal sobre estos fenómenos no viole los dogmas de la fe, que no sean producto de fraudes o engaños, y que generen frutos pastorales, como la conversión o el fortalecimiento de la fe entre los creyentes.
La promulgación de estas nuevas reglas responde a la necesidad de rectificar situaciones pasadas donde obispos declararon milagrosos ciertos sucesos que posteriormente se desacreditaron. Además, se pretende agilizar los procesos de discernimiento para proporcionar respuestas oportunas a los creyentes, respondiendo así a la urgencia pastoral frente a la dilatación de los tiempos de evaluación.
El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, enfatizó la importancia de adherirse a las formas sacramentales establecidas. Un documento emitido el 3 de febrero de 2024 subrayó que los sacramentos deben ser administrados conforme a sus rituales tradicionales.
El cardenal Fernández señaló que se han detectado casos de sacramentos realizados de manera inválida, lo que ha requerido la repetición de ceremonias como el bautismo o la confirmación. Asimismo, indicó que la alteración de las fórmulas sacramentales por parte de algunos sacerdotes ha llevado a la invalidez de estos ritos.
En esencia, las nuevas disposiciones buscan asegurar un método más meticuloso y eficiente para la evaluación de lo sobrenatural, y al mismo tiempo, fomentar la observancia de las prácticas sacramentales conforme a las prescripciones originales de la Iglesia.
LB |Agencias
