La Unión Europea (UE) está organizando una misión técnica compuesta por 100 observadores para supervisar las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 28 de julio de 2024.
A pesar del escepticismo que rodea este proceso, los preparativos ya están en marcha. La UE ha establecido condiciones estrictas para su participación, incluyendo independencia total, acceso a todas las mesas electorales y una relación directa y sin restricciones con la prensa.
La UE insiste en que las elecciones deben ser inclusivas, con la participación activa de la oposición.
El alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha adelantado la posibilidad de enviar la misión de observadores. Ahora, con la invitación formal en mano, los preparativos técnicos están en marcha.
La decisión final sobre el envío de la misión se tomará “a su debido tiempo”, según Borrell. En abril, la UE ya envió una misión a Venezuela para evaluar las condiciones electorales, reuniéndose con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE).
En esta oportunidad ha puesto sobre la mesa el bloque europeo un conjunto de condiciones, tras la invitación formal de la administración de Maduro: independencia total, acceso al 100% de las mesas electorales y relación directa y sin trabas con la prensa.
El respaldo a esta medida proviene de varios países europeos, incluyendo Alemania y España, que consideran que la participación de un candidato opositor viable hará que los comicios sean más competitivos. Además, la observación internacional está contemplada en el Acuerdo de Barbados, firmado en octubre de 2023 entre el Gobierno de Venezuela y la Plataforma Unitaria Democrática.
La UE espera que, si se cumplen sus condiciones, la misión de observación contribuirá a unas elecciones más transparentes y justas en Venezuela.
Por otro lado, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, ha criticado la decisión de la UE de levantar sanciones a él y a otros exfuncionarios del ente comicial.
Según Amoroso, esta medida es una “torpe maniobra que busca eludir el creciente rechazo internacional” a estas decisiones. A pesar de las tensiones, la observación electoral sigue siendo crucial para asegurar la legitimidad del proceso en el complejo contexto político del país.
Con información de Infobae
