La tragedia de Vargas fue un conjunto de deslaves, corrimientos de tierra e inundaciones que ocurrieron en la región costera de Venezuela, específicamente en el ahora conocido como estado La Guaira, el 15 de diciembre de 1999 (hace ya 24 años). Un evento trágico para dicha entidad pero que afectó a otras zonas del país y que se considera como el peor desastre natural ocurrido en la nación suramericana después del terremoto de 1812.
Las cifras de fallecidos aunque sin carácter oficial se calculan desde centenares hasta miles (van de menos de 700 hasta 30.000 fallecidos, dependiendo de la fuente), mientras que los damnificados tampoco confirmados oficialmente se cuentan en decenas de miles.
Este hecho aparece en el libro de Récords Guinness como la catástrofe con mayor número de víctimas mortales por un alud de barro.
Las zonas más afectadas por el desastre natural del 15, 16 y 17 de diciembre fueron las costas de los estados Vargas, Miranda y Falcón. Miles de personas fueron desplazadas y pueblos enteros quedaron devastados. Entre la infraestructura perdida por el desastre se cuentan universidades, grandes hoteles, clubes, importantes comunidades, vialidades, entre otros.
Todo empezó con unas fuertes precipitaciones que dejaron en el estado Vargas más de 1814 mm de agua en las dos primeras semanas del mes de diciembre, causando una saturación de los suelos, lo que a su vez generó que el caudal bajara por pendientes de más de 30 grados arrastrando consigo tierra, rocas, árboles y la capa vegetal de las montañas.
El rescate de los supervivientes se inició de manera relativamente tardía, unos días después del evento, ante la sorpresiva situación. La coordinación estuvo a cargo del gobierno nacional, y en la misma participaron soldados de los cuatro componentes de las fuerzas armadas, la organización Defensa Civil, la Policía Metropolitana, la comunidad nacional e internacional, entre otros.
Se usó como base de operaciones el Aeropuerto Internacional de Maiquetía «Simón Bolívar», desde donde eran transportados los sobrevivientes hasta los distintos refugios organizados por el gobierno, siendo el principal de estos el ubicado en el Poliedro de Caracas. En el año 2000 se realizó un reconocimiento oficial a la noble labor realizada por voluntarios, instituciones y empresas privadas en el rescate de personas, pero también de mascotas damnificadas.
LNT | El Universal