Miles de personas abandonan sus naciones natales cada año, motivadas por la esperanza de un futuro más promisorio y escapando de circunstancias difíciles, para emprender un peligroso trayecto hacia los Estados Unidos. Muchos desconocen el elevado costo de este anhelo, que no se limita a lo financiero, sino que también abarca un desgaste físico y emocional considerable.
Uno de los métodos más riesgosos para cruzar las fronteras es el transporte en camiones de carga, una opción que ha resultado fatal para muchos, como lo reporta NBC News.
Yanira Chávez, de Honduras, comenzó su viaje a los Estados Unidos a inicios de 2019, invirtiendo alrededor de 5.000 dólares para que ella y sus hijos fueran llevados hacia una existencia más favorable. Un viaje que debía ser aéreo y simbolizar la libertad, se transformó en un calvario cuando fueron forzados a subir a un camión de carga con otras 170 personas.
Confinados en la penumbra y soportando un calor agobiante, los viajeros soportaron condiciones deplorables, con una grave falta de agua y comida, y obligados a mantenerse en silencio bajo amenaza, como indica un informe especial.
El periplo de Chávez y su familia es una muestra del padecimiento de incontables migrantes que, ansiosos por llegar a suelo estadounidense, terminan en las garras de contrabandistas despiadados.
De acuerdo con un estudio de Telemundo News y el Centro Latinoamericano de Periodismo de Investigación (CLIP), en colaboración con otros medios, se calcula que cerca de 19.000 migrantes han sido transportados en estos vehículos, incluyendo a más de 3.200 niños y adolescentes. La investigación descubrió que, en los últimos seis años, al menos 111 personas han fallecido bajo estas circunstancias, ya sea por asfixia debido al calor y la falta de aire, o por accidentes viales.
Este modo de viajar, lejos de ser un mero desplazamiento, se ha convertido en una trampa letal. El horroroso siniestro de un tráiler en Chiapas en diciembre de 2021, que cobró la vida de 56 individuos, evidencia los peligros extremos que enfrentan los migrantes. Aún más alarmante es que las autoridades mexicanas solo empezaron a documentar estos incidentes a partir de 2022, lo que indica que el alcance real del problema podría ser aún mayor de lo que sugieren las cifras.
Cada cifra representa la historia de seres humanos en busca de nuevas oportunidades, de familias enteras que lo arriesgan todo por un porvenir esperanzador. Las declaraciones de Chávez desde Long Island, tras ser rechazada su petición de asilo, son un eco de angustia y desolación.
“Reflexiono sobre aquellos que perecen en esos contenedores. Es atroz tener que suplicarles, porque quizás podrían abrir la puerta, pero no les interesa. Solo buscan el dinero y completar la entrega, ya que no nos consideran humanos. Nos tratan como si fuéramos mercancía o animales”, compartió con Telemundo y CLIP.
La realidad de los migrantes en camiones de carga constituye un urgente llamado a la conciencia y solidaridad humanas. Como comunidad internacional, nos enfrentamos al reto de hallar formas más seguras y dignas de tratar a quienes anhelan una vida mejor, garantizando que el sueño americano no se torne en una pesadilla fatal.
LNT/EFE
