Luego del anuncio realizado por Nicolás Maduro sobre un aumento del ingreso mínimo para los trabajadores del sector público e indexado 130 dólares mensuales a partir del 1 de mayo de 2024, son muchas las interpretaciones que surgen entre la población.
La medida no implica una modificación del salario mínimo, que aún se mantiene en 130 bolívares (aproximadamente 3,5 dólares), anuncio que ha generado muchas dudas entre la población venezolana a 88 días de las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio.
En Venezuela existe un índice de precios manejado por el Banco Central (BCV), el cual se ajusta a la realidad inflacionaria del país, por lo que indexar un salario significa vincularlo al índice de precios señalado por el BCV. En este caso, el salario se ha establecido en 130 dólares mensuales.
De los 130 dólares, 90 dólares corresponden al Bono Contra la Guerra Económica. Los 40 dólares restantes se destinan al cestaticket.
El salario mínimo no se toma en cuenta en el incremento del ingreso mínimo integral indexado. En cambio, se anexa al bono y al cestaticket. Indexar el salario mínimo directamente podría afectar el seguro social, el BANAVIH (Banco Nacional de Vivienda y Hábitat), los fideicomisos y otras prestaciones sociales.
Las personas que tienen acceso al bono de guerra económica son aquellas suscritas a la plataforma gubernamental Patria. Esto incluye a trabajadores públicos activos, jubilados de la administración pública y pensionados del IVSS (Instituto Venezolano de los Seguros Sociales) y de la misión Amor Mayor.
Aunque el salario mínimo no ha experimentado cambios, el aumento en el salario indexado busca mitigar los efectos de la inflación y garantizar un ingreso más estable para los trabajadores venezolanos.
Con información de El Nacional
