“Sin Chevron la situación del país sería dramática”, aclara Luis Vicente León

Sin la presencia de Chevron “la situación del país sería dramática”, aseguró recientemente en Twitter el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, explicando el impacto real que tiene la petrolera norteamericana con su participación directa en el mercado cambiario.

Advirtió así que la relativa estabilidad cambiaria vista durante los últimos meses en territorio nacional se debe a la oferta de divisas de Chevron en el mercado, y aseguró que en ese escenario se basan las expectativas de estabilización de los números macro en los próximos meses.

Además, aclaró que en realidad el impacto de la licencia de Chevron ha sido muy positivo. “No lo ves en términos de crecimiento porque no logra compensar la caída ocasionada por la crisis de corrupción en PDVSA, pero sin Chevron la situación del país sería dramática. De hecho la relativa estabilidad cambiaria que hemos visto en los últimos meses se debe a la oferta de divisas de Chevron en el mercado y en ella se basan las expectativas de estabilización de los números macro en los próximos meses”, precisó el experto.

En torno a las expectativas de evolución del tipo de cambio, sostuvo que “no es posible hacer una proyección de tipo de cambio a final de año porque no hay modelo que pueda estimarlo cuando depende de muchas decisiones que incluyen la política. Pero es claro que el tipo de cambio de equilibrio es mucho más alto que el actual y la disponibilidad de divisas de la nación es menor, por lo que es evidente que el cambio proyectado es superior al actual”.

El presidente de Datanálisis subrayó que la situación económica pone en problemas de caja al régimen y las necesidades son infinitas en términos sociales y de infraestructura. “Difícilmente veremos una política pública de estímulo empresarial. Lo mejor que podemos esperar es que el gobierno mantenga un proceso de apertura que los deje trabajar libremente y no regrese a los controles de precios que sería su peor decisión. La actividad económica, incluyendo la agrícola, dependerá más de la capacidad propia de los inversionistas y su habilidad para autofinanciarse y buscar mecanismos alternativos de financiamiento que dé créditos baratos o políticas públicas como en el pasado”.

LNT | El Impulso

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