Recesión golpea las economías de Reino Unido y Japón

La economía británica se contrajo por segundo trimestre consecutivo, confirmando su entrada en una recesión técnica antes de las elecciones previstas para este año.

El Producto Interno Bruto (PIB) del Reino Unido se redujo un 0,3% en el cuarto trimestre de 2023, tras una caída del 0,1% en el trimestre anterior. La noticia debilito la libra esterlina y ha aumentado las apuestas a que el Banco de Inglaterra (BoE) recorte las tasas de interés.

Japón también experimentó una contracción económica en el cuarto trimestre del año pasado, dejando al Banco de Japón en una posición difícil, ya que tiene poco margen para recortar las tasas de interés para estimular la economía, debido a esto el yen también se depreció frente al dólar y al euro.

Las repercusiones políticas son considerables en ambos países. El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha visto cómo su promesa de impulsar el crecimiento económico se desvanece, reseña Reuters.

El Partido Laborista, en la oposición, acusó al gobierno de Sunak de ser responsable del declive. El Banco de Inglaterra pronosticó un crecimiento del 0,25% para el Reino Unido en 2024, mientras que el Banco de Japón espera un crecimiento del 1,1%. Sin embargo, la actual debilidad económica en ambos países podría hacer que estas previsiones sean demasiado optimistas.

Los analistas advierten que la recesión podría tener un impacto significativo en el nivel de vida de los ciudadanos de ambos países. En el Reino Unido, se espera que la calidad de vida se deteriore a niveles nunca vistos desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras que en la nación asiática, la recesión podría agravar el problema del envejecimiento de la población y la baja natalidad.

Entre las causas de esta situación destacan:

Conflicto en Ucrania: La guerra desestabilizó los mercados energéticos y disparó la inflación, lo que ha impactado negativamente en el crecimiento económico de ambos países.

Subida de los precios de la energía: El aumento del precio del petróleo y el gas redujo el poder adquisitivo de los hogares y y encareció los costos de producción para las empresas.

Inflación: La subida generalizada de los precios erosionó el valor de los salarios y disminuyó la demanda de bienes y servicios.

Por otro lado, la economía rusa experimentará un continuo crecimiento en 2024, contrarrestando las expectativas de una profunda recesión tras el inicio del conflicto en Ucrania. A pesar de las sanciones internacionales, el PIB ruso creció un 2,8% durante el último trimestre, superando las previsiones de los analistas.

LNT / FuserNews

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